En 1765 aparecía la edición a cargo de Samuel Johnson de las obras de Shakespeare, y con prefacio que abría la serie de ocho volúmenes se iniciaba la lectura crítica moderna de uno de los genios literarios más celebrados de todos los tiempos. Johnson, crítico impecable y a su vez autor prolífico, trazó los caminos que todavía hoy guían nuestra lectura -incesante y siempre renovada- de Shakespeare: en primer lugar, que el autor de Hamlet fue ante todo un hombre de teatro (dramaturgo y actor), atento a la relación entre la acción escénica y la reacción del público; en segundo lugar, que sus personajes no son héroes de corte clásico, son hombres que actúan como lo haría el lector -el espectador- si estuviera en su situación. Y en tercer lugar -y el más importante-, más que un autor estrechamente vinculado a sus contemporáneos, Shakespeare trasciende en este ensayo las fronteras de su tiempo y se erige como contemporáneo de la posteridad.
Prefacio a Shakespeare de Samuel Johnson
Cuadernos de Acantilado
Traducción de Carmen Toledano